Los matices del nacimiento en Colombia: Entre la Partería Tradicional y el Sistema Médico Occidental
Las mujeres con parto extra hospitalario en comunidades aisladas, tienen la calidez de su hogar y de sus costumbres, pero reclaman el poder tener acceso a las instituciones e intervenciones médicas cuando lo necesiten.
El embarazo, el parto y el posparto están inmersos en realidades socio-culturales diversas . Por un lado, está la experiencia del nacimiento en una gran ciudad, con fácil acceso a servicios de salud hospitalarios; y por el otro, la experiencia de llegar al mundo en un corregimiento apartado o en una zona de conflicto, sin ningún tipo de recurso sanitario. Ambas realidades tienen sus ventajas, y también sus propios retos. Tanto para quienes asisten el proceso del nacimiento, como para las propias mujeres en gestación y sus familias.
El tener acceso a instituciones de salud ha permitido una atención materno perinatal segura, disminuyendo paulatinamente los índices de morbimortalidad en especial en las grandes ciudades. Sin embargo, de acuerdo a estadísticas del Ministerio de Salud y Protección Social, las regiones en nuestro país con difícil acceso al sistema de salud, o ausencia del mismo, presentan tasas de morbimortalidad perinatal tan elevadas como las del Africa subsahariana. Siendo sus principales causas la hemorragia e infección relacionadas con el parto, y los trastornos hipertensivos durante el embarazo.
El papel de las Parteras y parteros tradicionales ha sido fundamental en la atención materno perinatal en las regiones a donde el sistema de salud no llega. Su oficio ha sido reconocido como patrimonio cultural inmaterial de la nación por el Ministerio de Cultura. En condiciones precarias y muchas veces sin ningún tipo de remuneración económica, se han convertido en “Guardianes del nacimiento” de la región y son pilar fundamental en la comunidad, acompañando a las mujeres y sus familias no sólo durante la gestación y el nacimiento, sino en todas las etapas de su ciclo vital.
Son innegables los avances en la atención perinatal hospitalaria en los últimos años y su impacto sobre la morbimortalidad. Sin embargo, la atención perinatal hospitalaria también tiene sus propios retos dados por un sistema de salud que aunque ha ampliado su cobertura, ha tenido consecuencias en las condiciones laborales de los profesionales, con exceso de responsabilidades, cierres de salas de parto, sobrecarga de trabajo, salarios no justos y déficit de personal.
Como proveedores de salud materna, llegamos a este oficio por diferentes vías. Algunos llegamos a través de la academia, y otros a través de la tradición cultural. Ambas ramas del conocimiento son válidas, y cada una en su contexto de realidad y ejercicio, posee enormes fortalezas, así como también deficiencias y necesidades. Las mujeres en el parto institucional reclaman un ambiente más cálido, menos intervención y mas movimiento al parir cuando las condiciones lo permiten. Las mujeres con parto extra hospitalario en comunidades aisladas, tienen la calidez de su hogar y de sus costumbres, pero reclaman el poder tener acceso a las instituciones e intervenciones médicas cuando lo necesiten.
En tiempos de reconciliación y de post conflicto, es momento también de buscar un acercamiento entre quienes asistimos los nacimientos de manera diferente. Uniendo lo mejor del mundo de la academia y del mundo de la tradición. Intercambiando saberes y experiencias para fortalecernos mutuamente. En pro de una atención materno-perinatal segura, buscando impactar los índices de morbi- mortalidad, en lineamiento con las necesidades y derechos de las mujeres gestantes y sus familias, y de los proveedores de salud materna.
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